jueves, 10 de enero de 2013

Poema Cuando Sea Viejo


CUANDO SEA VIEJO 
El día que este viejo y ya no sea el mismo, ten 
paciencia ,compréndeme. 

Cuando derrame  sobre mi  y olvide como 
atarme mis zapatos, recuerda las horas que pase 
enseñándote a hacer las mismas cosas. 

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las 
mismas palabras, que sabes de sobra como termina, no 
me interrumpas y escúchame. 

Cuando eras pequeño para que te durmieras tuve que 
contarte miles de veces el mismo cuento hasta que 
cerrabas los ojitos. 

Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis 
necesidades, no te avergüences y comprende que no 
tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. 

Piensa cuantas veces cuando niño te ayudé y estuve 
paciente a tu lado, esperando a que terminaras lo que 
estabas haciendo. 

No me reproches porque no quiera bañarme; no me 
regañes por ello. 

Recuerda los momentos que te perseguí y los mil 
pretextos que te inventaba, para hacerte mas agradable 
tu 

Acéptame y perdoname. Ya que soy el niño ahora. 

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las 
cosas tecnológicas que ya no podré entender, te 
suplico que me des todo el tiempo que sea necesario, 
para no lastimarme con tu sonrisa burlona. 

Acuérdate que yo fui quien te enseñó tantas cosas. 
Comer, vestirte y tu educación para enfrentar la vida 
tan bien como lo haces, son producto de mí esfuerzo y 
perseverancia por ti. 

Cuando en algún tiempo mientras conversamos me llegue 
a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo 
que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo 
hacerlo no te burles de mí; tal vez no era importante 
lo que hablaba y me conforme con que me escuches en 
ese momento. 

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Se 
cuanto puedo y cuanto no debo. También comprende que 
con el tiempo ya no tengo dientes para morder, ni 
gusto para sentir. 

Cuando me fallen mis piernas por estar cansadas para 
andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice 
yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles 
piernas. 

Por ultimo, cuando algún día me oigas decir que ya 
no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. 

Algún DIA entenderás que esto no tiene que ver con 
tu cariño o cuanto te ame. 

Trata de comprender que ya no vivo sino que 
sobrevivo, y eso no es vivir. 

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los 
caminos que has debido recorrer. 

Piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar 
estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, 
pero siempre contigo. 

No te sientas triste o impotente por verme como me 
ves. 

Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice 
cuando empezaste a vivir. 

De la misma manera como te he acompañado en tu 
sendero, te ruego me acompañes a terminar el mio. 

Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y 
sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti. 

Si yo te olvido, por favor no te olvides de mí... 

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